Este hijo del famoso Converter (Contender) con una línea materna que proviene de Carthago, otro legendario caballo de salto que compitió en los Juegos Olímpicos tenía la mezcla perfecta que se busca en un caballo de salto: origen, fuerza, galope, técnica, ganas y talento.
A pesar de no haber tenido una carrera extendida al más alto nivel deportivo, su éxito como semental ha sido extraordinario, haciendo que su legado se consolide a través de su descendencia. Conthargos es especialmente valorado por la calidad que transmite a sus hijos, que ya suman casi 2000, de los cuales 50 son sementales aprobados, y más de 30 compiten en lo más alto, como Cocolina (CSI 1,70m), Conthargo-Blue competidor 1,60m con Eiken Sato, Concona de Ben Maaher, Conchento PS que compitió en 1,60m con Gregory Wathelet y Luciana Diniz, o Cosa Nostra que compitió en los Juegos Olímpicos de Tokio con Alberto Michán.